Esta intervención ambulatoria consiste de una serie de inyecciones de larga duración de la toxina botulínica (comúnmente conocido por su nombre comercial BOTOX®), la cual es administrada en el músculo de la pared de la vejiga a fin de controlar los espasmos que dan lugar a la vejiga hiperactiva. Las inyecciones se efectúan a través de un cistoscopio, un fino telescopio de inspección equipado con una luz y una cámara, que se introduce por la uretra. Realizar este procedimiento lleva aproximadamente de 10 a 15 minutos.